Entendiendo la Lesión de la Médula Espinal (LME)

La lesión de la médula espinal (LME) se refiere al daño sufrido en la médula espinal, causado por trauma o factores no traumáticos como enfermedades, infecciones, daños vasculares, procesos degenerativos o tumores. Tales lesiones resultan en la pérdida completa o parcial de funciones autónomas, sensoriales y/o motoras por debajo del nivel de la lesión. Dependiendo de la ubicación y la gravedad de la lesión, las personas pueden experimentar diferentes grados de discapacidad.

Las personas con LME a menudo desarrollan debilidad muscular debido a factores primarios relacionados con la propia lesión y factores secundarios resultantes de la posterior pérdida de movilidad. El tratamiento efectivo, la rehabilitación y la educación sanitaria son cruciales para prevenir complicaciones.

Opciones de Rehabilitación para Personas con LME

Hoy en día, existe una abundante literatura sobre tratamientos de rehabilitación adecuados para las fases agudas y crónicas de la LME, incluyendo ejercicios terapéuticos, biofeedback, terapias de vibración, aplicaciones robóticas y electroestimulación. Este artículo se centra en uno de estos métodos: la electroestimulación.

La electroestimulación implica la aplicación de corrientes eléctricas en puntos estratégicos del cuerpo. Dependiendo de los parámetros de configuración, puede servir para diversos propósitos:

  • Propósitos analgésicos: para el alivio del dolor neuropático.
  • Propósitos motores: para prevenir la atrofia muscular, complementar programas de fortalecimiento o iniciar el movimiento coordinado entre diferentes grupos musculares para realizar una función.

La electroterapia puede aplicarse de manera invasiva o no invasiva. Este documento se centra en intervenciones no invasivas:

  • Estimulación Eléctrica Neuromuscular (NMES): Utiliza impulsos eléctricos en los músculos, causando contracciones a través de la superficie de la piel. La NMES ayuda a revertir la pérdida de masa muscular y mejora el movimiento funcional similar al ejercicio muscular tradicional. También se puede combinar con la terapia de movimiento repetitivo para facilitar el reaprendizaje motor.
  • Estimulación Eléctrica Neuromuscular Disparada por EMG (EMG-NMES): La estimulación eléctrica se activa solo cuando se detecta un esfuerzo voluntario mediante electromiografía de superficie (EMG). Este método requiere control motor y habilidades cognitivas por parte del paciente.
  • Estimulación Eléctrica Funcional (FES): Involucra la estimulación eléctrica de grupos musculares afectados para que se contraigan de manera coordinada, facilitando el movimiento o las tareas funcionales. La FES ayuda a aumentar la fuerza y la recuperación motora en músculos paralizados debido a lesiones neurológicas.
  • Estimulación Nerviosa Eléctrica Transcutánea (TENS): Utiliza impulsos eléctricos superficiales para aliviar el dolor mediante la estimulación selectiva de fibras aferentes A-beta y el bloqueo de señales nociceptivas. Se emplean diferentes técnicas según la frecuencia utilizada. TENS también se aplica para la modulación de la espasticidad.
  • Estimulación Transcutánea de la Médula Espinal (tSCS): La investigación reciente se centra en la estimulación eléctrica de la médula espinal a través de electrodos colocados en el espacio epidural. Aunque se han mostrado resultados prometedores con dispositivos implantados, se buscan enfoques transcutáneos para una aplicación más amplia en la rehabilitación de LME. Los estudios que utilizan métodos transcutáneos han demostrado resultados favorables en la activación de redes neuronales dentro de la médula espinal, lo que resulta en una mayor respuesta motora en las extremidades inferiores, mejora del movimiento voluntario, la fuerza y la función.

Conclusiones

Todas las aplicaciones mencionadas de electroestimulación afectan el trofismo muscular, lo que las convierte en intervenciones preferidas para las personas con debilidad secundaria debido a LME. Estas aplicaciones pueden combinarse con terapias que requieren otros dispositivos; por ejemplo, combinar FES para la marcha con dispositivos de asistencia robótica mejora los efectos de la contracción muscular con la asistencia mecánica.

Incorporar la electroestimulación en los programas de rehabilitación de LME ofrece beneficios terapéuticos significativos, contribuyendo a mejorar la función muscular, la movilidad y la calidad de vida en general. Para obtener más información sobre cómo la electroestimulación puede apoyar la rehabilitación de LME, por favor, contáctenos en la Clínica Glavic.

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